«Aquellos que están libres del resentimiento encontrarán la paz seguro».
El sistema linfático es el encargado de depurar del organismo los excesos de toxinas, grasas, y líquidos por medio de la linfa a través de los vasos y ganglios linfáticos. El sistema linfático se satura de sustancias nocivas, cuando se presentan cuadros de infección, inflamación, fatiga, estrés y en general ante cualquier alteración de la función armónica del organismo esta sobrecarga hace que el sistema linfático trabaje retardadamente ocasionando malestares, por lo que es necesario ayudarse con terapias de drenaje linfático externo sea manual y/o con aparatología.
El Drenaje linfático, se realiza para ayudar a drenar la linfa y con ella las toxinas, grasas y las retenciones de líquidos. El sistema linfático se ubica muy superficialmente, justo debajo de la piel y trabaja muy lentamente impulsado por la respiración, por lo que el drenaje linfático debe ser suave pausado y en sentido apropiado, de lo contrario al ser brusco y en sentido inadecuado provocaría la obstrucción de las vías linfáticas empeorando la condición del paciente.