«Aquellos que están libres del resentimiento encontrarán la paz seguro».
El masaje relajante es muy placentero, va dirigido a disipar las cargas y tensiones físicas y emocionales, provocadas por malas posturas y el estrés cotidiano. Sus técnicas sutiles tonifican el tejido cutáneo y optimizan la circulación linfática, además por ser un acto de cariño y bondad, inspira ternura y evocación de momentos gratos, nos ayuda también a redescubrir nuestro cuerpo y a identificar zonas afectadas para darles la atención necesaria.